Los 90 mil pesos de gratificación sumados a los 65 mil mensuales que oficialmente cobra el dirigente sindical suman 155 mil pesos, indicó y precisó que no es la LXIII Legislatura la que ha autorizado ese monto de gratificación sino las anteriores por “trabajos extraordinarios”, según consta en las partidas presupuestales de años atrás, pero no se precisa cuáles son esos “trabajos extraordinarios”.
El funcionario indicó que en tanto el dirigente sindical percibe un salario mucho mayor que el de un diputado, hay trabajadores sindicalizados que perciben tres mil pesos al mes, en un claro contraste entre salarios; por ello, dijo, se analiza la posibilidad de desaparecer el concepto denominado “gratificación” con la finalidad de reducir los contraste existentes.
Indicó que la ley permite retirar el concepto “gratificación” y que ello permitiría ajustar los salarios de los trabajadores. Reiteró que anteriores legislaturas otorgaron la gratificación de 90 mil pesos al dirigente sindical sin especificar cuáles son “los trabajos extraordinarios “ que realiza y que por ello es posible que se le retire.
Desde el pasado jueves, el dirigente del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Poder Legislativo ha eludido dar entrevistas a representantes de medios de comunicación. El jueves pasado argumentó que ofrecería una conferencia de prensa “una vez que termine una reunión con el comité directivo del sindicato”.
El viernes, informaron trabajadores, no se presentó a laborar posiblemente por andar en diálogo con autoridades del congreso y este lunes y martes nadie ha podido informar acerca de su ausencia del Palacio Legislativo.
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